La sala cuarta del Tribunal General de la Unión Europea acaba de dictar una sentencia por la que confirma el «derecho exclusivo» de los actuales tres consejos reguladores de las denominaciones de origen de Araba, Bizkaia y Getaria para utilizar el término txakoli, chacolí o txakolina, una decisión que pone fin a una antigua batalla […]
La sala cuarta del Tribunal General de la Unión Europea acaba de dictar una sentencia por la que confirma el «derecho exclusivo» de los actuales tres consejos reguladores de las denominaciones de origen de Araba, Bizkaia y Getaria para utilizar el término txakoli, chacolí o txakolina, una decisión que pone fin a una antigua batalla mantenida con productores de regiones cercanas como Cantabria o Burgos.
El alto tribunal, sin embargo, no llegó a reconocer este original vino del País Vasco como «marca comunitaria» –una antigua aspiración de productores y organismos oficiales- al considerar que el término txakoli solo indica una característica del vino y no su procedencia geográfica.
Una reclamación con historia
Los tres consejos reguladores vascos habían presentado ya en 2008 una solicitud en este sentido, para conseguir registrar la denominación txakoli como marca comunitaria colectiva. La petición fue rechazada, lo que dio lugar a la presentación de un recurso por parte de los productores vascos.
Ante el también rechazo en 2009 de este recurso, los consejos reguladores decidieron acudir al Tribunal de la Unión Europea, que en su reciente decisión ha confirmado la línea marcada de no aceptación como registro de marca comunitaria pero que al hacerlo, en su propia sentencia reconoce que son los tres consejos reguladores de Araba, Bizkaia y Getaria quienes mantienen «el derecho exclusivo de que al parecer disponen en la actualidad» de utilizar los tres términos: chacolí, txakolina y txakoli.
Además, subrayan que su decisión «no implica autorizar el uso de dicho término a agentes económicos distintos de los beneficiarios de ese derecho». Es decir, que aunque se haya rechazado al txakoli como marca comunitaria, eso no significa que otros productores de las comunidades limítrofes puedan hacer uso de ese término.