«Donde otros se conforman con un café a media mañana, millones de valencianos acuden a los bares para empezar abriendo boca con olivas, cacaus del collaoret y encurtidos. Después viene un generoso bocadillo que se riega con una cerveza fresca. El cierre lo pone un café cortado, solo o bombón».
Así define la Federación de Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) el llamado almuerzo valenciano, una costumbre que tiene un fuerte impacto social y económico en la Región. Aunque no se dispone de datos concretos sobre cuántos almuerzos se sirven cada día en la Comunidad Valenciana, según la FEHV “tener un bar en esta Comunidad implica que de las 9 y las 12 de la mañana se pueden realizar entre cuatro y seis servicios extra con los almuerzos, algo que en el resto de ciudades de España no se produce”.
Por esta razón, la FEHV se ha unido a Amstel en la presentación de un plan de acción que trata de promover esta fuente de ingresos, toda una inyección, según sus datos, para los 53.305 bares y restaurantes activos en las provincias de Alicante, Castellón y Valencia.
La iniciativa se promoverá bajo el lema Pero qué lunch ni qué brunch, esmorzaret! en bares y restaurantes de toda la Comunidad y el plan arrancará con la participación de más de 2.000 locales: 1.500 de Valencia, 500 de Alicante y 100 de Castellón, unas cifras que pueden ir aumentando conforme avancen las acciones.
Singularidad local
«La hostelería supone aproximadamente el 9% del PIB de la Comunidad Valenciana. Es decir, casi 9.000 millones de euros. Somos clave para la economía y para la sociedad porque creamos más de 150.000 puestos de trabajo», aseguraba en la presentación de la campaña el presidente de la FEHV, Manuel Espinar, añadiendo que “una de las singularidades de la hostelería valenciana es que el almuerzo se considera como una comida más a la hora de planificar el trabajo en los bares y restaurantes de las tres provincias”, de ahí que se hayan involucrado en impulsar una serie de acciones que reivindican esta fuente de ingresos que genera lo que para muchos es casi un ritual sagrado.
Por su parte, el director Territorial Levante de Heineken, Manuel Román, explicaba: «El momento del almuerzo es siempre de distensión, tanto si se trata del ratito en que uno retoma fuerzas a media mañana, antes de seguir con el trabajo, como si lo hacemos el fin de semana, con los amigos, la peña ciclista, el grupo de moteros… Por eso es típicamente valenciano, por el carácter tan sociable que nos caracteriza».
