Tras el referéndum celebrado el 23 de junio de 2016 en el Reino Unido en el que se decidió la salida de este país de la Unión Europea, el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), emitió en julio de ese mismo año un informe en el que analizaba las posibles consecuencias que respecto a las importaciones de vino se podrían generar a consecuencia de la salida.
En aquel momento, el OeMv señalaba cuatro tipos de efectos posibles del Brexit sobre las ventas de vino español a este mercado:
Efectos monetarios. La incertidumbre generada por una decisión de tanta trascendencia, y realmente no esperada, es normal que provoque fluctuaciones tanto del tipo de cambio como de los principales mercados financieros. Pero gran parte de estos efectos, salvo quizás el de la depreciación de la Libra, pueden ser coyunturales. Los “fundamentales” de la economía llevan las cosas a su sitio pasados los primeros efectos psicológicos y más especulativos.
Efectos comerciales. No parece probable que un país tradicionalmente librecambista como Reino Unido y muy necesitado de materias primas, y todo tipo de alimentos de fuera, tenga tentaciones de imponer nuevas trabas comerciales. Tampoco para el vino. Ni la protección de sus productos locales ha sido la causa del Brexit, ni la historia lleva a pensar que eso pudiera ocurrir. En este sentido, el OeMv no prevé, por lo tanto, ni nuevos aranceles, ni trabas no arancelarias a los productos europeos; bien al contrario, en el interés de las autoridades británicas que negocien la salida debe estar mantener el máximo del libre comercio existente con la UE. Ni siquiera como posible represalia a potenciales trabas europeas a los productos británicos —tampoco previsibles— entiende el Observatorio que podrían darse estos nuevos problemas.
Efectos económicos y fiscales. Más riesgo para los vinos españoles tienen los posibles efectos económicos que incidan sobre la capacidad de consumo de los británicos y los posibles efectos fiscales que encarezcan, en su caso, ciertos productos. El propio Primer Ministro saliente, como muchos otros partidarios del ‘remain’, ya anunció que la salida tendría un importante coste económico sobre Reino Unido y sus ciudadanos, y ese empobrecimiento relativo puede derivar en menor consumo por parte de los ciudadanos británicos y una mayor hacia productos más económicos y más descuentos.
Efecto sobre las ayudas OCM. Finalmente, preocupaba en gran parte del sector que la salida del Reino Unido de la UE supusiera una menor contribución y, por tanto, afectara al importe de las ayudas de la PAC, aunque, en el lado positivo, el informe de julio pasado ya apuntaba que la conversión de Reino Unido en un ‘país tercero’ fuera de la UE también tendría la ventaja de hacerlo susceptible de aplicación de las ayudas a la promoción en países terceros.
Los efectos del Brexit en 2017
Y, casi un año después del Brexit, el Observatorio Español del Mercado del Vino ha emitido un nuevo informe en el que actualiza la situación. Entre las principales conclusiones, el OeMv asegura que, por el momento, no parece que el Brexit haya tenido un impacto excesivamente negativo en las importaciones de vino en Reino Unido.
Analizando la evolución mensual de las importaciones, y comparando las últimas cinco campañas (desde agosto de un año a julio del siguiente), se comprueba que las compras británicas son tradicionalmente elevadas en el mes de noviembre y el del pasado año ha sido un noviembre peor que los de los cuatro años anteriores; pero no fue tanta la diferencia en los meses ni anteriores ni posteriores.
De hecho, los seis meses transcurridos entre agosto del 2016 y enero del 2017 suponen un total de 1.968 millones de euros en importación de vinos en Reino Unido, que es cifra inferior a los casi 2.200 del año anterior, pero superior a la de 2013. De forma similar o incluso más positiva, los 732 millones de litros importados por UK entre agosto del 2016 y enero del 2017 suponen una cantidad muy parecida a los 737 millones del año anterior y superior a las de los años 2012, 2013 y 2014. Mes a mes, en volumen, las importaciones del mes de noviembre fueron ligeramente inferiores a las de noviembres anteriores, pero no ocurrió así con las de agosto, septiembre o diciembre. No parece, por el momento, que el Brexit haya tenido un impacto excesivamente negativo en las importaciones de vino en Reino Unido.
