Nacieron en 2004 con la inauguración de un primer establecimiento junto al NH Eurobuilding de Madrid, como un nuevo concepto gastronómico operado por la cadena hotelera NH Hoteles en colaboración con Ferran Adrià, que aplicó a la marca un entonces novedoso concepto de comida rápida y sana.
Pero a lo largo de 2010 y dentro de su estrategia de centrarse exclusivamente en la actividad hotelera, el grupo fue deshaciéndose de la mayoría de sus establecimientos de los que disponía en toda España, quedándose únicamente con tres de ellos en Madrid, hasta que el pasado mes de junio cerró definitivamente el último local en la madrileña localidad de Alcobendas.
Sin embargo, puede que esto no signifique el final de la cadena de restaurantes, ya que NH estaría dispuesto a llegar a un acuerdo para la venta de la marca o asociación con algún grupo que garantizara la reflotación del concepto.
Ferran Adrià, por su parte, ha roto su vinculación directa con la cadena, aunque según recientes declaraciones no descarta seguir “con el asesoramiento general de la cadena”.
Fast Good, adecuado a nuevos tiempos
En sus orígenes, la franquicia de Fast Good fue creada por Adrià con la idea de renovar el concepto del fast food (comida rápida) norteamericano que poco a poco iba cayendo en desuso en nuestro país, gracias al repentino auge de la gastronomía y los grandes cocineros españoles.
El nuevo concepto ofrecía un servicio de comida dinámico en contraposición a rápido, pero sin descuidar la calidad y con un tipo de propuestas culinarias que bajo la dirección de Adrià adquirían un carácter más sano y actual. La cadena llegó a tener establecimientos en diversas ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria e incluso Santiago de Chile.
