Los quesos de Suiza son famosos en todo el mundo gracias al cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran. El pastoreo de las vacas es obligatorio en este país donde está totalmente prohibido el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de ganado y donde ningún queso puede fabricarse con aditivos químicos.
Para elaborar un queso suizo se utiliza casi el doble de leche que para fabricar un queso de producción industrial. Las queserías reciben dos veces al día la leche recién ordeñada para garantizar la elaboración de un producto fresco y sano. El uso de leche cruda, no pasteurizada, posibilita un sabor más intenso y potencia los aromas derivados del pasto y forrajes.
Unos sabores que se deben, en esencia, a la leche con la que se elaboran, no pasteurizada y de las mejores vacas, vacas no hormonadas y alimentadas con pastos del prado, heno y hierbas naturales. Gran parte del mérito es de éstas, pero, son los maestros queseros suizos los que siguiendo el mismo proceso que cientos de años atrás, se encargan de transformar la leche en quesos de excelentísimo sabor, sin aditivos, ricos en vitamina D y aptos para intolerantes al gluten y a la lactosa, quesos que dan lugar a platos como estos Espárragos fritos con DOP Sbrinz y estragón, con pistacho grissini, una receta ofrecida por Quesos de Suiza.
Espárragos fritos rebozados en queso Sbrinz y estragón, con grissinis de pistacho
INGREDIENTES
Para 4 personas
- 16 espárragos
- 100 g de queso Sbrinz AOP
- 100 g de pan rallado
- 2 huevos
- 1 rollo de masa de pizza fresca
- 40 g de pistachos
- 1 rama de estragón
- Un poco de harina
- Aceite de oliva virgen extra
- 60 g de mantequilla
- Sal y pimienta
ELABORACIÓN
Empezamos por blanquear los pistachos, pelarlos, secarlos y picarlos en trozos grandes.
Cortamos la masa de pizza en tiras, extendemos encima de ellas los pistachos picados y enrollamos ligeramente para formar grissinis. Los colocamos en un plato forrado con papel de hornear, los pintamos de aceite de oliva con un cepillo o brocha y los horneamos a 200 °C durante unos quince minutos.
Por otro lado, pelamos los espárragos quitando los extremos fibrosos, y los escaldamos durante cinco minutos en agua ligeramente salada con sabor a estragón.
Mientras tanto, batimos las claras de huevo hasta que estén firmes.
Escurrimos los espárragos, secamos con cuidado, enharinamos ligeramente y los pasamos primero por la clara batida, y luego en las migas de pan mezcladas con 30 g de queso Sbrinz finamente rallado.
Los freímos en la mantequilla espumosa, y una vez hechos los espolvoreamos con unos chips o virutas pequeñas de queso y servimos inmediatamente con los grissinis de pistacho.





