En total, 300 talleres que llevarán la cultura del aceite de oliva a más de 15.000 escolares de todo el país. Porque a largo plazo, los hábitos alimentarios saludables inculcados en la fase de desarrollo de los niños y niñas tienen más posibilidades de ser conservados durante toda la vida.

En esta acción, iniciativa de Aceites de Oliva de España participarán centros educativos de Madrid, Málaga, Murcia, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vigo y Zaragoza. Para ello se han elaborado materiales pedagógicos específicos y se ha dotado a los formadores de herramientas multimedia desarrolladas para el público infantil, así como de un dossier de apoyo para los profesores.

Los escolares que acuden al taller tienen la oportunidad de recibir de un monitor información sobre los beneficios que conlleva el consumo del aceite de oliva. Tras establecer los conocimientos básicos en la fase teórica, los alumnos están preparados para las actividades de la parte práctica. En grupos de alrededor de cincuenta tienen su primera toma de contacto con las variedades más representativas de los Aceites de Oliva Virgen Extra: Arbequina, Cornicabra, Hojiblanca y Picual, haciendo uso de todos sus sentidos para evaluarlos y analizar sus principales características organolépticas.

Experiencias sensoriales

En una cata ciega, guiados por el olfato, los escolares aprenderán a reconocer las variedades expuestas, y sus diferentes aromas (manzana, hojas, hierba, frutos secos…). También a ciegas se realiza una degustación donde podrán probar las distintas variedades de aceites de oliva Virgen Extra con pan, para aprender a distinguir sus matices (frutados, amargos, picantes, dulces). A continuación, los escolares aprenden qué variedad es la que mejor potencia el sabor de los platos que más les gustan.

Los talleres tendrán continuidad en 2016, para completar su recorrido por escuelas de todo el país, hasta llegar a 30.000 escolares. Esta acción tiene un interés estratégico para la Campaña de Promoción de los Aceites de Oliva, ya que los escolares se convierten en prescriptores en sus propias casas, compartiendo sus nuevos conocimientos con la familia y facilitando a sus padres la inclusión del aceite de oliva en la alimentación de todo el hogar.